Wednesday, May 21, 2008



Un saludo a todos, escribo esto conteniéndo las lágrimas en mis ojos y en mi espíritu; un ser humano valiosísimo ha dejado su hermosa forma humana. Fusi fué, es y será alegría; nostalgia por lo que nunca existió; sensibilidad sin límites; amor. La conocí en 2003; ella estaba obsesionada con unas manzanas que estaba comenzándo a pintar; siempre se obsesionaba con las cosas que hacía (¿Acaso hay una forma mejor de vivir?) sinceramente me acerqué a ella atraído por su belleza física, pero quede encantado con su profesionalismo y talento, y me enamoré de su calidad humana.

Fusae y yo platicábamos de mil cosas, me enseñó a comprender a la humanidad desde los ojos de un buda; ella era un encanto y yo estaba encantado. Fusi y yo reímos, jugamos, lloramos juntos, nos morimos, renacimos y volvimos a reir. Me inspiró dos canciones y una pintura que tardé tres años en terminar; en 2006, cuando terminé el cuadro, Fusi ya era mi novia. Estábamos fascinados, divertidos, perdidos en su mundo de risas e ilusiones, en su mirada perdida, en su sonrisa de oreja a oreja. Traté de protejer a Fusa de la escoria del mundo... no lo logré; un sentimiento de arrepentimiento y de culpa me invade. Aunque sé lo que ella hubiera dicho: "¡Oyeee! Dejate de tonterías, tú no tienes la culpa de nada" Fusae simplificaba las cosas de manera hermosa, sencilla e intensa: como hacen los expresionistas abstractos; Fusi era una lección de vida y una vida de lecciones.

Cuando terminó nuestro breve romance, nuestra relación no terminó. Traté de estar ahí siempre que ella me necesitara, mantuve mi número de celular durante todo ese tiempo (a pesar de que perdía los aparatos muy seguido) porque siempre aparecía Fusi para requerir mi apoyo, mi orientación, mi cariño fraterno. De pronto pasó mucho tiempo, mucho... y ya no volví a recibir ninguna llamada de ella. No quiero aceptar que ya nunca la veré devorar cigarrillos y menear su cabellera negra, ya nunca la veré sonreir mientras me prepara una sopa extraña, ya nunca escucharé sus cuentos y canciones, ya nunca la veré derrotándo mi soberbia con su sencillez.
¿Nunca? Eso no es verdad: En realidad sigo viendo, escuchándo y viviéndo a Fusae Todaka. Fusita es parte del mundo, de mi vida, de mi alegría, es la parte de mí que me grita que hay algo sagrado, que me anima a enamorarme a pesar de todo, que me lleva a defender causas que los demás consideran perdidas, que me hace sonreir en mis noches de melancólica soledad, que me recuerda que a pesar del daño que nos hayan hecho; podemos ser buenos, debemos ser buenos, que el día en que alguien mate nuestra sensibilidad, nuestra capacidad de asombro, nuestra ilusión y nuestras ganas de creer: ese día ya no seremos.... ¡Pero ese día nunca llegará!

Mil besos, hermanita, mil besos Fusi. ¡Aishiteru!


Salvador Belmonte C.

No comments: